Supervisar el progreso significa identificar los cambios en el comportamiento de los alumnos a lo largo del tiempo. Estos cambios deben estar en consonancia con el objetivo de la intervención, es decir, con lo que el profesor pretendía conseguir al diseñar la intervención.
Ejemplo: Un profesor diseñó una sesión educativa sobre la disminución del estigma de la ansiedad mediante la implementación de: sesiones informativas sobre los síntomas, el lenguaje apropiado a utilizar, las manifestaciones en el comportamiento de los alumnos, etc. puede percibir cambios en las siguientes áreas:
El seguimiento de los progresos y su comparación con los objetivos ayuda a que los profesores, los padres y otras partes interesadas reciban información periódica sobre los avances o retrocesos.
Esto permitirá a los profesores ajustar la estrategia cuando los alumnos necesiten más ayuda, apoyo o atención
¿Qué herramientas/métodos utilizaré para aplicar la intervención? ¿Cómo voy a supervisar el proceso? ¿Qué cambios necesito observar para saber que lo que estoy haciendo está funcionando? ¿Hay que hacer algún ajuste?
Después de responder a estas preguntas, los profesores estarán preparados para resolver eficazmente los problemas y abordar cualquier desafío que puedan enfrentar durante la implementación de la intervención