Escuchar es una de las claves de la comunicación eficaz.
Cuando se escucha bien, se obtiene más información sobre los niños y sus familias. También se obtiene todo el beneficio del profundo conocimiento que los padres tienen de sus hijos. Además, demuestra a los padres que valora su experiencia, sus ideas y sus opiniones y que se toma en serio sus preocupaciones.