La mayoría de las veces se trata de cuestiones personales. El alumno se abre porque tiene confianza, porque se ha creado un vínculo. Ni que decir tiene que la conversación debe ser absolutamente confidencial.
Este tiempo de disponibilidad crea importantes vínculos con los alumnos que no sólo les ayudan con sus problemas, sino que también les hace participar más en el aula.