Tema 2 Estrés

2.1. Definición: estrés normal y anormal

  • El estrés es una reacción humana normal. De hecho, el cuerpo humano está diseñado para experimentar estrés y reaccionar ante él. Cuando una persona experimenta cambios o desafíos (o factores de estrés), su cuerpo produce respuestas físicas y mentales.
  • Estas respuestas al estrés ayudan a las personas a adaptarse a nuevas situaciones. Por lo tanto, el estrés puede ser positivo y mantenernos alerta, motivados y preparados para evitar el peligro. Por ejemplo, si tienes que preparar un examen importante, una reacción de estrés puede ayudarte a concentrarte y estar más centrado en la tarea.
  • Sin embargo, cuando tu respuesta al estrés es desproporcionada con respecto a la estimulación recibida, cuando se expone a los factores estresantes durante más tiempo, o no encuentras ningún alivio ni períodos de relajación, puede ser un problema.

2.2. Tipo de estrés: Estrés agudo, episódico y crónico

Estrés agudo

Ocurre a corto plazo y suele desaparecer rápidamente. Por ejemplo, un día de mucha presión laboral con varias clases y reuniones online. Esto ayuda al individuo a gestionar mejor estas situaciones “peligrosas”. Por otro lado, el estrés agudo aparece cuando se hace algo nuevo o emocionante.

Estrés agudo episódico

Se produce cuando alguien sufre frecuentes ataques de estrés agudo. Las personas que sufren este tipo de estrés suelen tener demasiado trabajo, demasiados compromisos y demasiadas cosas que hacer, siempre tienen prisa (pero siempre llegan tarde) y sus vidas son desordenadas y caóticas.

Estrés crónico

Se produce cuando una persona se encuentra en una situación estresante durante mucho tiempo, como una familia disfuncional, violencia doméstica, pobreza o un trabajo que no te gusta. Este estrés aparece porque la persona no encuentra una salida a una situación desagradable.

2.3. Estrés en el lugar de trabajo: bournot

  • El burnout, término inglés que se refiere a agotamiento físico, emocional o mental, acompañado de una disminución de la motivación, un menor rendimiento y actitudes negativas hacia uno mismo y hacia los demás (diccionario de psicología de la APA).
  • El burnout tiene un aspecto diferente para cada persona, aunque puede afectarle física, mental y emocionalmente. Los principales síntomas del burnout son: sensación de agotamiento, baja autoestima, baja autorrealización, dificultad de concentración, dolores de cabeza, insomnio, bajo rendimiento, aburrimiento, absentismo laboral, irritabilidad, sentimientos de incompetencia y fracaso.
  • Este síndrome suele darse en las llamadas “profesiones de servicio”, que son aquellas que cuidan o prestan algún otro tipo de servicio a otra persona, como los profesionales de la salud o los profesores.

Es posible que reconozcas el síndrome bournout una vez que se haya instaurado realmente. Por eso es importante prestar atención y reaccionar ante los primeros síntomas.

2.4. Señales tempranas y de alerta para buscar ayuda

Si notas que últimamente estás sintiendo con más frecuencia e intensidad los siguientes síntomas:

Síntomas mentales: tensión, irritabilidad, problemas de concentración, cansancio excesivo, problemas de sueño, preocupación, tristeza, etc.

Síntomas físicos: sequedad de boca, aumento del ritmo cardíaco, malestar estomacal, micción frecuente, sudoración de las palmas de las manos, dolor de espalda, tensión muscular que puede causar contracturas y dolor, mareos, problemas respiratorios, etc.

Entonces, utiliza alguna estrategia para afrontarlo o ponte en contacto con un profesional de la salud mental (psicólogo y/o psiquiatra) para encontrar una solución lo antes posible. La salud mental es tan importante como la física.